La isla está bastante alejada de Phuket, con lo cual tardamos bastante en llegar, pero las vistas por el camino merecieron la pena.
La marea estaba bastante baja pero aún así, ¿reconocéis el sitio?
De vuelta al barco, fuimos en unas lanchas rápidas. Hicimos una parada en el camino para tomar algo, en un lugar con casas sobre unos pilotes de madera. Muy originales.
Estando allí, se nos hizo de noche y volvimos en unas lanchas rápidas que yo creí que nos matábamos, porque iban a mucha velocidad y no se veía nada. Pero al fin llegamos sanos y salvos a Phuket y después nos llevaron a un restaurante a cenar.
Esta es la entrada ¿a que es bonita?
Esta es la entrada ¿a que es bonita?
9 de Abril. Seguimos este día también en Phuket. Vimos un poco la ciudad próxima al puerto y nos llevaron a una excursión, fundamentalmente a ver y subirnos en elefantes en el "Island Safari". Fué una experiencia buenísima y muy divertida. Ya veréis.
Nos explicaron como a partir de la savia blanca de unos árboles y tras un tratamiento, se obtenía el látex. Todo ello mediante fabricación casera.
Vimos un espectáculo con unos pequeños monitos (que yo no las tenía todas conmigo, porque tenían cara de pocos amigos). Pero allí estaba yo, manteniendo el tipo.
Lo mejor de toda la excursión sin lugar a dudas fue cuando nos subimos a los elefantes.
Nada más empezar el recorrido, nos pararon en un kiosko por si queríamos comprar plátanos (era una gran bolsa con plátanos muy pequeños) para darles de comer por el camino. Y claro que los compramos.
La anécdota viene cuando vamos a darle el primer plátano al elefante y mi marido me dice: ¿pero hay que pelarlos o se los comen con cáscara y todo? y yo lo miro con cara de: ¡¡¡y a mi que me cuentas, que yo tampoco le he dado de comer nunca a un elefante!!!. El "chófer" de nuestro animal nos mira con cara de: "otros turistas que no tienen ni pajolera idea..." y nos hace señales para que se los demos enteros: en definitiva lo que nosotros suponíamos, jajajaja.
¿Veis que "espabilaos" los elefantes?. Los jod.. no paraban de pedir uno tras otro.
Y se apuntaba hasta el que venía detrás, porque los muy "ratas" de los que iban encima, no habían comprado plátanos. Así que allí estábamos que no dábamos abasto con tanta hambruna.
A los elefantes les habían colocado una especie de banco encima y ahí íbamos nosotros, como unos marajás.
Tras el paseo y las fotos, nos llevaron a otro espectáculo con cachorros de elefantes.
Si si si, el atrevido que se puso debajo del elefante para demostrar que no lo iban a aplastar es mi marido. Yo dije que me negaba, por si las moscas,...
Mirad ¡¡¡¡que monos!!!!
Tras la excursión en "Island Safari", nos llevaron a ver el Templo Wat Chaiyahararam
Y lo último de la excursión de ese día fue ir a una fábrica en la que tras recolectar estos frutos, los preparan con una infinidad de sabores. Antes de que os diga que son, (no hagáis trampa y lo miréis más abajo). ¿Sabéis qué son?
Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, son anacardos, aunque parezca increíble. Yo personalmente no los había visto nunca ¿y vosotros? (quiero decir en el árbol, porque en la bolsita del supermercado si los he visto y comprado muchas veces, jajajaj).
Los había con sabor a ajo, a cebolla, picantes, .... . Ya ni me acuerdo.
Nosotros compramos dos o tres bolsitas para probar y estaban todos bueníiiiiiiiiiiiiiisimos. Probamos de más sabores porque los tenían en cestos para degustación.
Y hasta aquí esta segunda parte de Malasia, espero que os haya gustado.
Besos.